Javier Ceballos Jiménez: J.D. Vance: Hillbilly, una elegía rural

Idioma original: inglés
Título original: Hillbilly Elegy
Traducción: Ramón González Férriz (edición en castellano), Albert Torrescasana (edición en catalán)
Año de publicación: 2016
Valoración: bastante recomendable

Situémonos. E.E.U.U. Año 2016, precampaña para las elecciones. La figura de Donald Trump emerge y avanza con pasos firmes en la campaña hasta la presidencia, en la que se impondrá contra todo pronóstico a Hillary Clinton. Hay un gran desconocimiento sobre el por qué alguien como Trump ganó las elecciones (teorías conspirativas aparte, tengan base o no), aunque quizá el desconocimiento del por qué ganó no debe centrarse en el candidato, sino en los votantes. ¿Quiénes son los que han apostado por él y por qué?

Esta es la raíz de fondo del libro, el conocer qué piensa esa mayoría blanca de americanos que apoyó a Trump, porque este libro es un libro que habla sobre los hillbillies, personas blancas de clase trabajadora que vieron cómo su vida económica (y en consecuencia la familiar y social) entró en decadencia a causa del creciente empobrecimiento de algunas zonas, por culpa (aparentemente) de la globalización, aunque también en cierto punto por un acomodamiento a una vida fácil que no estaban dispuestos a abandonar; la crisis que irrumpió en grandes zonas habitadas por personas ancladas a un territorio, ciudadanos que no consideraron la posibilidad de una movilidad laboral o incluso esforzarse en el trabajo para poder progresar, una cultura basada en que alguien (llamémosle papá estado) ya les sacará las castañas del fuego. Gente con vidas condenadas a la ruina y a un futuro nada halagüeño, vidas que se tuercen y van por mal camino, vidas empobrecidas y anquilosadas. Vimos ya algo de esto en varias historias americanas, y resuena fuertemente lo que pudimos leer en el «El valle del óxido», de Philipp Meyer, ambientada en Pensilvania, estado contiguo a Ohio, donde se narra esta historia; son estados que forman parte del denominado «Cinturón del óxido», por su economía dedicada principalmente a la industria siderúrgica y manufacturera. Son estados donde se cree en el famoso Sueño americano, aunque se trate de un sueño cada vez más roto y menos dulce.

Para saber dónde estamos debemos conocer de dónde venimos y, poniéndonos en contexto histórico, el libro parte de la época post Segunda Guerra Mundial, una época con mucho por construir y grandes necesidades de, básicamente, dos tipos de recursos para ello: carbón y gente con ganas de trabajar. Y la región de los Apalaches tenía mucho de ambas cosas. Por ello, gran parte de la población de la región sur de las montañas migró a otras tierras. Los que se iban de esos pequeños pueblos y ciudades podían proveerse un buen futuro en el negocio de la construcción en aquellas zonas en auge; los que decidían no moverse se quedaban atrás, con un futuro muy difícil económicamente y, en consecuencia, degradando la calidad de vida de las ciudades y los pueblos.

Esta es la generación de los abuelos y también de los padres de Vance, y marcan el entorno social en el que nació y creció el autor, un entorno altamente empobrecido al que, juntamente a los problemas económicos, se sumaba un entorno familiar que ya era de por sí complicado, con un abuelo que volvía a casa borracho, con una abuela con un carácter muy violento y una madre de carácter muy difícil que, en su intento de buscar estabilidad familiar, equilibrio, y un referente masculino para los hijos, saltaba de relación en relación (casándose hasta cinco veces) y, con ello, un cambio continuo de hogar (con los problemas que conlleva en relación a la estabilidad). Nada apuntaba a que Vance tuviera el ambiente idóneo para labrar un futuro esperanzador.

La parte más interesante del libro, una vez conocido el contexto histórico y familiar del autor, es la fuerte carga social y política que Vance plasma en el libro, y la crítica a sus conciudadanos hillbillies. Una crítica surgida a partir de su entrada en el mercado laboral, que le descubre una realidad desconocida, pues se percata que, aunque parte de la clase obrera trabajaba muchísimo para salir adelante, una gran minoría se contentaba con el subsidio del paro. Esta situación de abandono laboral causó que aquellos que se rompían el espinazo para llevar un sueldo a casa vieran como otros vivían a cuesta de sus esfuerzos. Y esta situación generaba malestar, alimentando una nueva semilla que crecía en ellos y que, juntamente con los principios religiosos ampliamente difundidos en las familias de la zona, y ciertos problemas raciales, causaron que en menos de una generación los Apalaches pasaran de zona demócrata a republicana: la cultura del esfuerzo estaba desapareciendo y aquellos que trabajaban para salir adelante no estaban dispuestos a que otros vivieran a costa de ellos. Así, el autor de muestra crítico con la sociedad de una América que ha dejado que el desánimo haya arraigado en una tierra donde la lucha y el esfuerzo tiene recompensa. La sociedad ha caído en una especie de desilusión y gran parte de la clase trabajadora en declive culpa al gobierno (por permitir la deslocalización y aumentar el gasto social) y a la propia sociedad (por aprovecharse de ello) de la mala situación por la que pasan, promoviendo una mentalidad donde cada vez es más fácil mirar hacia otro lado y culpar a los demás de todo lo malo.

La mirada que presenta Vance es la de alguien quien, tras haber triunfado, critica en gran parte a sus conciudadanos hillbillies por su conformismo, del cual él supo desprenderse. Aún y así, su mirada, aunque crítica, no se excede ni abunda en la culpa, pues él es consciente de que, de no tener una familia que, pese a sus más y sus menos, sus problemas con las relaciones, las drogas, el alcohol, y muchos otros defectos, sí le ofreció un entorno donde se sintió querido; de otra manera, su vida hubiera sido muy diferente. Un empuje familiar que, añadido a la disciplina impuesta por el ejército, cambió el rumbo de una vida que estaba condenada a pasar por bastantes apuros.

Bien es cierto, y sería deshonesto no decirlo, que el libro es desigual, pues hay mucha narración autobiográfica y, en algunos momentos, un exceso de detalle de vida familiar que se hace algo monótono, aunque mejora superada la mitad del libro. Es probable que una reducción de la parte biográfica, por muy extrapolable que sea al resto de sus semejantes, hubiera mejorado el libro, pues es la parte crítica, más cercana al ensayo, donde el libro brinda su mayor potencial.

En cualquier caso, el libro es bastante recomendable, pues aporta un punto de vista muy interesante para comprender qué ha originado un cambio tan radical en la sociedad americana durante los últimos años. Así, el principal interés del libro radica en conocer, de primera mano, lo que provocó que mucha gente confiara en Trump para solucionar una situación económica sin muchos visos de solucionarse, si de la gente únicamente dependía. Y también es un canto a la lucha, a la inconformidad, al espíritu de superación, y un agradecimiento incondicional a todos aquellos que, formando parte de un entorno con sus propias dificultades, dieron el soporte, la ayuda y el empuje a que un niño con un futuro desalentador pudiera cumplir el famoso sueño americano. Vance es un ejemplo de aquello de lo que se vanagloria el país que describe: una tierra de oportunidades, para quien honestamente las busca.



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