Javier Ceballos Jiménez: Ana Paula Maia: De ganados y de hombres

Idioma original: Portugués
Título original: De gados e homens
Traducción: Cristian de Nápoli
Año de publicación: 2015
Valoración: Bastante recomendable

“De ganados y de hombres” es un libro breve pero intenso. En sus escasas 120 páginas hay sangre, violencia y muerte. La acción se sitúa en un matadero y su protagonista principal es Edgar Wilson, quien trabaja como aturdidor en el mismo. Es decir, que Edgar Wilson es quien aturde a las vacas (mazazo en la cocorota mediante) para que los pobres bovinos no sufran en el siguiente paso de la cadena. Eso sí, antes de arrearles el mazazo las mira, las acaricia y sufre por ellas, hasta el punto de que uno no llega a tener claro si estamos ante un sádico, un tarado o un ser extremadamente compasivo.

Lo que sí que queda claro es que Edgar, al igual que los animales que pasan por el matadero, es únicamente un paso más en la “cadena de montaje”. Edgar, además, es perfectamente consciente de su trabajo y de su función en el proceso, pero no por eso deja de realizarlo. Es, en el fondo, el reflejo de lo que no queremos ver.

Esa es una de las posibles lecturas del libro: la del matadero como metáfora del mundo. Es el matadero un mundo (microcosmos queda más guay, no?) cerrado y opresivo, un mundo plagado de una violencia institucionalizada e interiorizada que la sociedad aparentemente rechaza y califica como nociva “per se”, pero que no deja de utilizar en su propio beneficio. Es el matadero un lugar lleno de polvo, sangre, sudor y vísceras, un lugar que acaba corrompiendo no solo a hombres y animales, sino también al entorno que lo rodea.

Para revestir esta interpretación del libro, Ana Paula Maia teje una pequeña intriga en la que el núcleo central son las extrañas pautas de comportamiento que comienzan a adoptar los animales, hasta punto de mostrar actitudes humanas. Esta intriga da pie a otra de las posibles interpretaciones de la novela, muy ligada a la anterior: la de la animalización de los humanos y la humanización de los animales. Toda la brutalidad, toda la violencia acaba influyendo, ¡cómo no!, en los que la ejercen y en los que la sufren y nos deja una serie de potentes imágenes que nos harán pensar muy mucho el comer según qué cosas.

Ya podéis imaginar que este “De ganados y de hombres” (inevitable pensar en el “De ratones y hombres” de Steinbeck) es un libro duro. Los personajes son llevados a situaciones límites en una exploración acerca de los límites de las grandezas y miserias de la condición humana, todo ello a través de una escritura tremendamente sobria, sin florituras, adornos ni moralina barata, cosa que es sumamente de agradecer.

En resumen, todo un descubrimiento de una autora de apenas 40 años de la que ya estoy esperando encontrar algo por ahí. A ver si hay suerte!   


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