Javier Ceballos Jiménez: James Ellroy: Mis rincones oscuros


Idioma original: inglés
Título original: My Dark Places
Año de publicación: 1996
Traducción: Hernán Sabaté
Valoración: Out of order

Nota previa: No sé si esta reseña puede considerarse llena de spoilers o incluso un puro spoiler toda ella, puesto que no se trata de un libro de ficción, sino de unas memorias, pero, entodo caso, yo aviso.

Sobre la valoración: pongamos que uno de ustedes, de vosotros, es un un chaval de diez años cuyos padres están divorciados. Pasas los días de cole con tu pelirroja mamá, a la que odias y amas, mientras que los fines de semana te vas con tu padre, que viene a ser un simpático haragán. un domingo, al volver a casa te encuentras con que la noche anterior tu madre ha sido asesinada, posiblemente antes violada y su cuerpo arrojado a una acera del barrio. te vas a vivir con tu padre a tiempo completo; acabáis en la miseria. Dedicas tu adolescencia a llamar la atención soltando a diestro y siniestro majaderías nazis y a leer novelas policíacas; te obsesionas con la historia criminal de tu ciudad, con los casos que recuerdan al asesinato de tu madre. Tu padre muere antes de que llegues a la mayoría de edad. Te conviertes en alcohólico y drogadicto, en ratero, en un merodeador nocturno, en un mirón; en un sin techo ocasional. Acabas en la cárcel una y otra vez. Con 28 años, tras pasar por un psiquiátrico, te desintoxicas y empiezas a trabajar de caddy. También a escribir; consigues ser un novelista de éxito. Cuando tienes 47 años vuelves a investigar el asesinato de tu madre junto con un ex-policía: exploráis todas las pistas que permanecen, buscáis a todos los posibles testigos, seguís todas las huellas. Revivís juntos casos no menos pavorosos, con otras mujeres asesinadas. Y luego escribes un libro que es una confesión y una búsqueda, un abrirse en canal y una reconciliación con tu pasado y con tu madre. Además, un espejo en el que se refleja toda la violencia contra las mujeres que anida en esta sociedad, todo el rencor y la codicia sexual y la ferocidad de los hombres contra ellas. Y veintidós años después un panoli que escribe en un blog lee el libro y, anonadado, no sabe como valorarlo.

Nota posterior: abstenerse de leer este libro todo escritor que se haya dedicado o pretenda dedicarse a la llamada autoficción, porque le puede dar un pasmo. Yo aviso.

Otras barbaridades de libros de James Ellroy, reseñadas en Un Libro Al Día: PerfidiaLa Dalia Negra

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