Javier Ceballos Jiménez: Contrarreseña: Buenos días, tristeza, de Francoise Sagan
Idioma original: Francés
Título original: Bonjour, tristesse
Año de publicación:1954
Traducción: Javier Albiñana
Valoración: Muy (muy) recomendable
Hace ya unos cuantos años que leí por primera vez "Buenos días, tristeza". Recuerdo que me gustó mucho. Ahora bien, al ver que lo teníamos reseñado en el blog con un rácano "está bien" surgieron las preguntas: ¿qué ocurrirá si vuelvo a leer "Buenos días, tristeza" en 2019?, ¿cómo nos habrá afectado el paso del tiempo a la novela y a mí?, ¿se confirmará aquella primera y lejana impresión o habrá una decepción? Había que despejar las dudas.
Pues bien, "Buenos días, tristeza" me sigue pareciendo un muy buen libro, hasta el punto de quedarse cerca del "imprescindible". Y me parece muy buen libro por varios motivos:
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Título original: Bonjour, tristesse
Año de publicación:1954
Traducción: Javier Albiñana
Valoración: Muy (muy) recomendable
Hace ya unos cuantos años que leí por primera vez "Buenos días, tristeza". Recuerdo que me gustó mucho. Ahora bien, al ver que lo teníamos reseñado en el blog con un rácano "está bien" surgieron las preguntas: ¿qué ocurrirá si vuelvo a leer "Buenos días, tristeza" en 2019?, ¿cómo nos habrá afectado el paso del tiempo a la novela y a mí?, ¿se confirmará aquella primera y lejana impresión o habrá una decepción? Había que despejar las dudas.
Pues bien, "Buenos días, tristeza" me sigue pareciendo un muy buen libro, hasta el punto de quedarse cerca del "imprescindible". Y me parece muy buen libro por varios motivos:
- Su tratamiento del final de la juventud o cómo pasar del puro hedonismo, la indolencia y la apatía a la responsabilidad en solo 120 páginas. Apenas unas semanas, un escenario "cerrado" y cuatro o cinco escenas claves bastan para dar empaque a los personajes y a la historia. Economía de recursos al servicio de la novela, sí.
- La evolución del personaje de Cecile (la principal protagonista de "Buenos días, tristeza") de joven egoísta y malcriada a Raskolnikov de la Costa Azul, de ser absolutamente incapaz de introspección alguna a ser alguien hasta cierto punto atormentado por sus actos. Para ello, Sagan nos conduce por los pensamientos de Cecile a través de un buen manejo. sobre todo si tenemos en cuenta el cuarto punto, del monólogo interior.
- El uso de los personajes secundarios. Todos ellos poseen unas características muy concretas que les llevan a cumplir un rol muy determinado Todos ellos aportan algo a una historia en la que nada sobra y en la que los pasos de los protagonistas están muy medidos y dirigidos a un determinado fin.
- Es una primera novela escrita con apenas 19 años. Está claro que está basada en elementos autobiográficos (o eso parece), pero es innegable la capacidad de Sagan para psicoanalizar y "desenmascarar" a una clase social y a una generación muy concretas. Los miedos e inseguridades de jóvenes y adultos aparecen aquí, bajo la apariencia de una historia "ligera", en toda su crudeza.
- Su estilo, casi cinematográfico, que hace que la novela pase en un santiamén. Esto puede parecer una perogrullada en una novelita de apenas 120 páginas, pero ¡cuántas veces habremos leído novelas breves que se hacen largas!
- Contexto cultural: La novela se publica en un momento en el que Sartre, el existencialismo, o la cultura "seria" en general son dominantes. Sagan presenta a una protagonista en la que prima el hedonismo, el egoísmo y la búsqueda del placer, con lo que ello supone de ruptura con los cánones "oficiales".
- Contexto político: Han pasado 9 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial y los conflictos de Indochina y Argelia están muy presentes en la sociedad francesa. Pues bien, los protagonistas de "Buenos días, tristeza" viven en una especie de burbuja en la que estos acontecimientos no pueden penetrar. Tanto este punto como el anterior tienen más que ver con la función de la literatura como elemento "incómodo" que con el libro en sí, pero creo que es algo a tener en cuenta a la hora de valorar un libro.
Vale, ya lo dejo. Queda clara mi opinión, ¿verdad? Abiertos quedan los comentarios para que dejéis la vuestra. Eso sí, andaos con ojo que soy capaz de retar a duelo a quien sea (¡y llevaré de padrino a Arturo Pérez-Reverte!)
La reseña original de "Buenos días, tristeza" AQUÍ
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