Javier Ceballos Jiménez: John le Carré: Un hombre decente

Idioma original: inglés
Título original: Agent Running in the Field
Año de publicación: 2019
Traducción: Benito Gómez Ibáñez
Valoración: recomendable

En más de una ocasión, en los comentarios que se hacen a nuestras reseñas, hay quien nos ha señalado, con total acierto, que nunca nos habíamos ocupado de los libros del afamado escritor de novelas de espías John le Carré (David Cornwell en su casa). Pues bien, ha llegado el día de acabar con esa omisión y qué mejor que hacerlo con su última obra hasta la fecha... y que quizás sea la última que escriba, dada su avanzada edad y que el hombre se encuentra algo bastante pocho, por lo visto. Aunque claro, nunca se sabe y crucemos los dedos...

Esta última novela, Un hombre decente -traducción que no tiene mucho que ver con el título original y que condiciona la lectura, me temo, aunque no sé si para bien o para mal- también es de espías, como debe ser; aquí nos cuenta las periperipecias de nat, un agente veterano en los asuntos rusos -él mismo es medio ruso o, al menos, cuarterón- que, a punto de quedar fuera de la Oficina, como se llama al MI6, pasa a dirigir una subestación marginal de la misma , conocida como El Refugio, desde donde vuelve a entrar en el juego. También en el juego del bádminton, del que es un aventajado practicante y que en esta novel tien una importancia fundamental: Nat comienza a enfrentarse en su club con un joven desgarbado y más bien peculiar llamado Ed Shannon, que además de revelarse como un contrincante a su altura. resulta ser un inconformista con el rumbo que está llevando su país y el mundo, en general... Lo que no es baladí, puesto que el Brexit y los gobiernos de Trump y Putin son el telón de fondo -y algo más que eso- de la trama de espionaje de la novela.

Novela de espías, sin embargo, con aire un poco vintage, puesto que parece (o al menos así se retrata aquí) que los servicios secretos han vuelto en buena medida a los métodos "tradicionales", dada la vulnerabilidad de la tecnología digital. Novela que, además, no oculta una cierta nostalgia (en lo que se refiere al aspecto literario, se entiende) por la Guerra Fría, con aquellos agentes y topos de la KGB tan entretenidos... Novela que, pese a lo que yo mismo comenté en la reseña de Caballos lentos, sí que guarda algún parentesco con las de Mick Herron: El refugio paree una versión aligerada de la Casa de la Ciénaga y también adquieren gran importancia -incluso crucial- a las circunstancias más prosaicas y domésticas de los espías, que tienen que ve más con simples y a veces sufridos funcionarios gubernamentales que con agentes 00 con licencia para matar.

Novela de espías que, como es de suponer no sólo trata de una trama ingeniosa o unos personajes pintorescos; subyace en ella la cuestión de hasta que punto hsy que gusrdar lealtad al país o la sociedad a la que perteneces, al Estado para el que trabajas (o al que pagas tus impuestos y respetas sus leyes, sin más)... y por tanto, si es ético traicionarlo cuando los derroteros que sigue van en contra de tus ideas o en contra de su propia ciudadanía, a tu entender.

Huelga decir que la historia está escrita con una soltura, un ritmo y un humor que denotan no sólo un gran talento sino sobre todo un gran oficio en estas lides. Ni siquiera el que el final (y espero no estropearle la lectura a nadie) sea un tanto abrupto y deje algunos flecos, algunos interrogantes que hacerse tras una trama de precisión suiza, devalúan el placer que supone devorar esta última (y que sea de momento) novela del maestro del género. Sin duda, recomendable.




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