Javier Ceballos Jiménez: 2x1: "Conversaciones entre amigos" y "Gente normal" de Sally Rooney
Idioma original: inglés
Tïtulo original: Conversations with friends / Normal people
Traductoras: Ana García Casadesús / Inga Pellisa Díaz
Año de publicación: 2017 / 2018
Valoración: recomendables
(Ya escribí una vez esta entrada y se perdió; esto es algo que no le importa a nadie, más que a mí que tengo que volver a escribir las cosas que ya dije, pero si no lo digo reviento).
El fenómeno Sally Rooney. Hay obras y escritores que se nos presentan no tanto como tales obras o escritores, sino como un fenómeno, lo que evidentemente va más allá de lo literario y entra en el terreno del marketing. Así se catalogó a Sally Rooney en varios artículos, individualmente o como parte de una "nueva generación de narradores irlandeses", después de su primera novela Conversaciones entre amigos y su segunda novela, Gente normal. A mí, quizás por snobismo, me suelen echar para atrás los "fenómenos literarios", pero en este caso decidí darle una oportunidad, quizás porque habiendo vivido en Irlanda este país todavía ocupa un lugar en mi corazoncito. Spoiler para quien no quiera leer toda la reseña: me parecen dos buenas novelas, sin ser tampoco la repanocha. (1)
Historias románticas. En el fondo, en su más puro esqueleto narrativo, tanto Conversaciones entre amigos como Gente normal son dos historias de (des)amor: la primera gira en torno al affaire que mantiene la protagonista y narradora, la joven estudiante y poeta Frances, con Nick, un actor atractivo y maduro (2) casado con Melissa, fotógrafa y escritora de relumbrón (3), y que anteriormente tuvo una relación con su pareja de performances, Bobbi. En Gente normal asistimos a los ires y venires de la relación entre Connell y Marianne, desde que son adolescentes y Marianne es una chica marginada de la que Connell se enamora (y se aprovecha), hasta que se trasladan a Dublin y entran en la universidad, donde las tornas se vuelven: ahora la chica popular e integrada es Marianne, mientras que Connell tiene dificultades para encontrarse en ese nuevo mundo. En los dos casos, por lo tanto, el eje central de la trama son dos relaciones tormentosas, llenas de malentendidos, silencios,
Novelas psicológicas. Más allá del argumento romántico, donde mejor funcionan, creo, tanto Conversaciones entre amigos y Gente normal es como novelas de análisis psicológico de sus protagonistas: Frances, Connel y Marianne, pero también Melissa, Nick o Bobbi, o el abanico de personajes secundarios de Gente normal. Rooney consigue crear psicologías complejas y coherentes, y al mismo tiempo mostrar su evolución a lo largo del tiempo, con el proceso de maduración o aprendizaje de sus protagonistas. Esto es particularmente evidente en Gente normal, en que Connell y Marianne, a pesar de tropezar una y otra vez con las mismas piedras, aprenden con el proceso sobre sí mismos, sobre el otro y sobre las propias relaciones humanas y románticas, lo que hace que maduren, individualmene y como posible pareja (4).
Clase media/alta aspiracional. En cambio, no creo que estas novelas sean "generacionales", como se ha intentado vender, a no ser que se tenga un concepto bastante limitado de "generación". Los protagonistas de Sally Rooney pertenecen a un determinado círculo o tipo muy específico: de clase media (alta o baja), estudiantes de Trinity College y que pertenecen, o quieren pertenecer, a una cierta élite cultural o intelectual, ya que la élite económica (la clase alta) les está vedada. Y sin embargo, es a esa clase a la que parecen admirar y querer imitar, sobre todo en el caso de Frances, cuya relación con Nick y Melissa está muy marcada por la clase social (como la está, aunque menos y en otro sentido, la de Connell y Marianne). En cierto modo, los personajes de Rooney casi podrían funcionar como metonimias de una Irlanda que, salida de una pobreza casi milenaria, gracias al Tigre Celta pudo por un momento sentirse una nación rica y pujante, hasta que la crisis de 2008 vino a acabar con unos cuantos sueños e ilusiones. (6) Pero también representa a una clase media intelectual mucho más amplia, y no solo irlandesa, que pretende sustituir el capital económico que no tiene con capital cultural; pensemos en los protagonistas de las películas de Woody Allen o del 90% del cine francés.
El sexo y el género. Sé que ambas novelas se prestan también a lecturas interesantes desde el punto de vista del género, pero me siento menos capacitado para hacerlas. Es evidente que las protagonistas femeninas de estas novelas no se adecúan a los estereotipos marcados del género (en alguna entrevista he leído a Sally Rooney afirmar que "no cree en el género", pero no creo que se refiera a que no existe la oposición social/cultural masculino-femenino, sino a que no cree en los roles establecidos). También está clara la fluidez de las experiencias sexuales de los personajes, aunque la trama principal acabe centrándose en una relación heterosexual hasta cierto punto bastante convencional (aunque sea una relación "infiel"). Así, Conversaciones entre amigos y Gente normal acaban por ser, y aquí me arriesgo quizás a enfadar a algunos fans de Rooney, objetos literarios algo conservadores, en que ni el orden económico ni el económico ni el político-social son amenazados.
Bueno, sí, ¿y? "Mucha palabra, pero ¿te han gustado las novelas o no, Santi?" Sí, me han gustado, en el sentido de que son, sin duda, buenas novelas, bien escritas, con personajes bien construidos y tramas con un desarrollo sin fisuras (aunque algo repetitivas, en ambos casos y en determinados momentos). Que se haya transformado en un fenómeno literario-editorial quizás se deba tanto a esta calidad indudable, como a un cierto rupturismo (sobre todo en el contexto irlandés) por la independencia que muestran sus personajes femeninos, en relación con asuntos como el sexo, el dinero o la religión, rupturismo que sin embargo no llega a ser revolucionario, algo que habría sido más difícil de vender, en un contexto nacional e internacional. En fin, que son buenas novelas, sin ser la repanocha (7), como decía al principio.
________________________
Notas:
(1) ¿Será esta la primera vez que se usa la palabra "repanocha" en Un libro al día?
(2) Maduro en edad, no tanto en personalidad.
(3) ¿Será esta la primera vez que se usa la palabra "relumbrón" en Un libro al día?
(4) Digo "posible" para que no se me acuse de hacer spoiler: Connell y Marianne empiezan y terminan, se ajuntan (5) y se separan tantas veces, que el lector tendrá que esperar hasta el final de la novela para saber si acaban juntos o no. E incluso después de que acabe la novela, quién sabe...
(5) ¿Será esta la primera vez que se usa la palabra "ajuntarse" en Un libro al día?
(6) Entre 2007 y 2009 di clase en Irlanda, cuando todavía se vivía bajo los efectos de Tigre Celta (aunque ya empezaba a notarse su declive. Algunos de mis alumnos se cogían un vuelo para irse durante el fin de semana a Nueva York de compras; en esa misma época se puso de moda que los novios llegasen a su boda en helicóptero; en un tren Cork-Dublín vi cómo dos chavalas adolescentes abrían una botella de champán con fresas como quien abre una lata de coca-cola. Este tipo de detalles de "nuevo rico" eran relativamente comunes en una época en la que parecía que todo el mundo ataba perros con longanizas.
(7) ¿Será esta la segunda vez que se usa la palabra "repanocha" en Un libro al día?
Ver Fuente
Tïtulo original: Conversations with friends / Normal people
Traductoras: Ana García Casadesús / Inga Pellisa Díaz
Año de publicación: 2017 / 2018
Valoración: recomendables
(Ya escribí una vez esta entrada y se perdió; esto es algo que no le importa a nadie, más que a mí que tengo que volver a escribir las cosas que ya dije, pero si no lo digo reviento).
El fenómeno Sally Rooney. Hay obras y escritores que se nos presentan no tanto como tales obras o escritores, sino como un fenómeno, lo que evidentemente va más allá de lo literario y entra en el terreno del marketing. Así se catalogó a Sally Rooney en varios artículos, individualmente o como parte de una "nueva generación de narradores irlandeses", después de su primera novela Conversaciones entre amigos y su segunda novela, Gente normal. A mí, quizás por snobismo, me suelen echar para atrás los "fenómenos literarios", pero en este caso decidí darle una oportunidad, quizás porque habiendo vivido en Irlanda este país todavía ocupa un lugar en mi corazoncito. Spoiler para quien no quiera leer toda la reseña: me parecen dos buenas novelas, sin ser tampoco la repanocha. (1)
Historias románticas. En el fondo, en su más puro esqueleto narrativo, tanto Conversaciones entre amigos como Gente normal son dos historias de (des)amor: la primera gira en torno al affaire que mantiene la protagonista y narradora, la joven estudiante y poeta Frances, con Nick, un actor atractivo y maduro (2) casado con Melissa, fotógrafa y escritora de relumbrón (3), y que anteriormente tuvo una relación con su pareja de performances, Bobbi. En Gente normal asistimos a los ires y venires de la relación entre Connell y Marianne, desde que son adolescentes y Marianne es una chica marginada de la que Connell se enamora (y se aprovecha), hasta que se trasladan a Dublin y entran en la universidad, donde las tornas se vuelven: ahora la chica popular e integrada es Marianne, mientras que Connell tiene dificultades para encontrarse en ese nuevo mundo. En los dos casos, por lo tanto, el eje central de la trama son dos relaciones tormentosas, llenas de malentendidos, silencios,
Novelas psicológicas. Más allá del argumento romántico, donde mejor funcionan, creo, tanto Conversaciones entre amigos y Gente normal es como novelas de análisis psicológico de sus protagonistas: Frances, Connel y Marianne, pero también Melissa, Nick o Bobbi, o el abanico de personajes secundarios de Gente normal. Rooney consigue crear psicologías complejas y coherentes, y al mismo tiempo mostrar su evolución a lo largo del tiempo, con el proceso de maduración o aprendizaje de sus protagonistas. Esto es particularmente evidente en Gente normal, en que Connell y Marianne, a pesar de tropezar una y otra vez con las mismas piedras, aprenden con el proceso sobre sí mismos, sobre el otro y sobre las propias relaciones humanas y románticas, lo que hace que maduren, individualmene y como posible pareja (4).
Clase media/alta aspiracional. En cambio, no creo que estas novelas sean "generacionales", como se ha intentado vender, a no ser que se tenga un concepto bastante limitado de "generación". Los protagonistas de Sally Rooney pertenecen a un determinado círculo o tipo muy específico: de clase media (alta o baja), estudiantes de Trinity College y que pertenecen, o quieren pertenecer, a una cierta élite cultural o intelectual, ya que la élite económica (la clase alta) les está vedada. Y sin embargo, es a esa clase a la que parecen admirar y querer imitar, sobre todo en el caso de Frances, cuya relación con Nick y Melissa está muy marcada por la clase social (como la está, aunque menos y en otro sentido, la de Connell y Marianne). En cierto modo, los personajes de Rooney casi podrían funcionar como metonimias de una Irlanda que, salida de una pobreza casi milenaria, gracias al Tigre Celta pudo por un momento sentirse una nación rica y pujante, hasta que la crisis de 2008 vino a acabar con unos cuantos sueños e ilusiones. (6) Pero también representa a una clase media intelectual mucho más amplia, y no solo irlandesa, que pretende sustituir el capital económico que no tiene con capital cultural; pensemos en los protagonistas de las películas de Woody Allen o del 90% del cine francés.
El sexo y el género. Sé que ambas novelas se prestan también a lecturas interesantes desde el punto de vista del género, pero me siento menos capacitado para hacerlas. Es evidente que las protagonistas femeninas de estas novelas no se adecúan a los estereotipos marcados del género (en alguna entrevista he leído a Sally Rooney afirmar que "no cree en el género", pero no creo que se refiera a que no existe la oposición social/cultural masculino-femenino, sino a que no cree en los roles establecidos). También está clara la fluidez de las experiencias sexuales de los personajes, aunque la trama principal acabe centrándose en una relación heterosexual hasta cierto punto bastante convencional (aunque sea una relación "infiel"). Así, Conversaciones entre amigos y Gente normal acaban por ser, y aquí me arriesgo quizás a enfadar a algunos fans de Rooney, objetos literarios algo conservadores, en que ni el orden económico ni el económico ni el político-social son amenazados.
Bueno, sí, ¿y? "Mucha palabra, pero ¿te han gustado las novelas o no, Santi?" Sí, me han gustado, en el sentido de que son, sin duda, buenas novelas, bien escritas, con personajes bien construidos y tramas con un desarrollo sin fisuras (aunque algo repetitivas, en ambos casos y en determinados momentos). Que se haya transformado en un fenómeno literario-editorial quizás se deba tanto a esta calidad indudable, como a un cierto rupturismo (sobre todo en el contexto irlandés) por la independencia que muestran sus personajes femeninos, en relación con asuntos como el sexo, el dinero o la religión, rupturismo que sin embargo no llega a ser revolucionario, algo que habría sido más difícil de vender, en un contexto nacional e internacional. En fin, que son buenas novelas, sin ser la repanocha (7), como decía al principio.
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Notas:
(1) ¿Será esta la primera vez que se usa la palabra "repanocha" en Un libro al día?
(2) Maduro en edad, no tanto en personalidad.
(3) ¿Será esta la primera vez que se usa la palabra "relumbrón" en Un libro al día?
(4) Digo "posible" para que no se me acuse de hacer spoiler: Connell y Marianne empiezan y terminan, se ajuntan (5) y se separan tantas veces, que el lector tendrá que esperar hasta el final de la novela para saber si acaban juntos o no. E incluso después de que acabe la novela, quién sabe...
(5) ¿Será esta la primera vez que se usa la palabra "ajuntarse" en Un libro al día?
(6) Entre 2007 y 2009 di clase en Irlanda, cuando todavía se vivía bajo los efectos de Tigre Celta (aunque ya empezaba a notarse su declive. Algunos de mis alumnos se cogían un vuelo para irse durante el fin de semana a Nueva York de compras; en esa misma época se puso de moda que los novios llegasen a su boda en helicóptero; en un tren Cork-Dublín vi cómo dos chavalas adolescentes abrían una botella de champán con fresas como quien abre una lata de coca-cola. Este tipo de detalles de "nuevo rico" eran relativamente comunes en una época en la que parecía que todo el mundo ataba perros con longanizas.
(7) ¿Será esta la segunda vez que se usa la palabra "repanocha" en Un libro al día?
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