Javier Ceballos Jiménez: Jia Tolentino: Falso espejo

Idioma original: inglés

Título original: Trick Mirror

Año de publicación: 2020

Traducción: Juan Trejo

Valoración: casi imprescindible

Podría pasarme media reseña justificando ese "casi", así que empiezo zanjando la cuestión: a una escritora de 32 años, teniendo en cuenta que una carrera "literaria" suele contar con una curva de evolución ascendente, siempre se le puede exigir algo más, y quizás ello pase porque una excesiva celebración inicial pudiera empujar a un cierto relajamiento.

(Como si Jia Tolentino fuera a leer esto).

Por todo lo demás, dejad que os explique en someras líneas iniciales que la autora es plantilla del New Yorker y que ya cuenta con experiencia previa como editora en varias publicaciones estadounidenses, a pesar de su juventud y bla bla bla.

Aterrizando en lo concreto que nos trae aquí, a nosotros, implacables opinadores, y a vosotros, curiosos y a veces ácidos lectores, os diré, primera frase de impacto y esto no es un clickbait, que los ensayos de Jia Tolentino han sido de lo que he leído, lo más cercano de estar al nivel de los de David Foster Wallace, sí, aquellos sobre la industria del porno, sobre ferias de ganado, etc. Es decir, ensayos de tal poderío narrativo que son capaces de hacerte olvidar, valgan los ejemplos, que no tenías, inicialmente, interés alguno sobre el temita de marras. Y aunque uno esté mediatizado por ciertos comentarios sobre el libro en cuestión, aunque uno reconozca cierta predisposición previa o curiosidad por esos apelativos de primera gran escritora millenial, damas y caballeros, esto no es Tao Lin, y ni Tolentino escribe textos como si fueran mensajes de Whatsapp, ni elige temas para hacerse la freakie.

Porque encima, escribe sobre cuestiones de alto calado y de gran actualidad y lo hace despojada de la solemnidad, de la consciencia de ocupar un púlpito, que pudiera esperarse, por ejemplo, de Zizek. Muchas veces escribe desde la experiencia propia y muchas desde el colosal bagaje de sus lecturas, o de información variada y contrastada, y no veo indicio alguno de estar impostando en momento alguno sobre ese abrumador caudal. Diréis que en estos tiempos todo es posible, pero no veo a Tolentino como un hype sino como una fresca y esperanzadora realidad, y regreso a ese "casi" para confirmar que pueda parecer demasiado perfecta para ser real, y que ello pueda generar ciertas suspicacias o reticencias. Olvidaos de eso, hacedme (haceros) el favor.

Falso espejo recorre desde experiencias propias con drogas sintéticas (sin que ello suene a proselitismo) hasta extensos ensayos con aluvión de referencias (curioso, a diferencia de DFW no hay uso ni abuso de nota al pie, sí una excitante bibliografía al final del tomo a la que habrá que hacer mucho caso) sobre el tratamiento de la literatura a las llamadas heroínas y cómo se ha reflejado en los personajes literarios la necesaria evolución del feminismo. Habla de redes sociales, del progresivo crecimiento del endeudamiento de la generación universitaria estadounidense (jóvenes que deben años de salarios por sus estudios antes de haber obtenido un contrato laboral), del progreso de la industria relacionada con las bodas, habla del papel de la mujer en la sociedad actual, y todo tema del que escribe atrapa, todo ensayo (o reportaje o crónica) acaba tomando un ritmo narrativo casi novelesco, como si Tolentino diseñara esos textos con una tensión, con una necesidad de desenlace. 

Tolentino escribe con una firmeza y una convicción que nunca alcanzan la arrogancia. No me importaría, aclaro, que así fuera, dados los resultados. Traza un claro perfil feminista no porque la lógica evolución de la sociedad así lo establezca: es más líder que seguidora, como cuando en uno de sus artículos ha de denunciar la omertá vigente, con la complicidad de medios y cierto poder en la sombra, en la Universidad de Virginia, en que estudió, en lo concerniente a agresiones sexuales efectuadas en hermandades masculinas. Su tesón en estas cuestiones no es que sea encomiable, sino más bien necesario, casi obligatorio, aunque haya que comprender que sus referencias cercanas sean las cercanas, las del universo USA en lo político, en lo social, en lo culturalAsí que, con las precauciones propias de los tiempos que corren, porque siempre puedo uno acabar desperdiciando talento firmando un contrato de muchos ceros como asesor cultural y quemando  horas en un despacho en vez de regalar textos casi siempre gloriosos, dinámicos, modernos, subjetivos (tiene una experiencia, tiene una opinión, ¿qué esperáis?) brillantes y rebosantes de agudeza, de humor, un espléndido libro de una autora a la que habrá que tener en cuenta, no sea que hablemos un día de la voz de una generación y alguien por aquí se piense que hablamos de un reality show.

Luego no digáis que no avisé.



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