Javier Ceballos Jiménez: Semana del ensayo #6: *Vale un potosí* de Miquel Dewever-Plana e Isabelle Fougère

Idioma original: Francés
Año de publicación: 2020
Traducción: María Teresa Lerma Garrett
Valoración: Muy recomendable

Con el permiso de mis compañeros, incluyo en esta "Semana del ensayo" un libro que no es 100% ensayo (pongamos, en cuanto a total del páginas, un 75%) ni es, además, un ensayo al uso. Y de esa condición híbrida del libro deriva esa doble cubierta: negra para el ensayo fotográfico del fotoperiodista francés Miquel Dewever-Plana y "azul" para la breve novela negra escrita por Isabelle Fougère. Dicho esto, y aunque la parte novelística se sirve del trabajo de campo realizado para la parte fotográfica, vamos a analizar cada cosa por separado.

El ensayo fotográfico
Antes de nada, debo decir que esta parte me parece una verdadera maravilla y que no soy capaz de comprender el motivo por el cual no aparece en ninguna de las listas de "lo mejor de 2020". Cosas de la prensa "seria", supongo.

Varios son los puntos que destacaría de la vertiente ensayística del libro:
  • el propio trabajo fotográfico. Diferentes series de fotografías ofrecen una visión global de las minas de Potosí, del trabajo que en ellas se desempeña, de los protagonistas de ese trabajo, ya sea dentro o fuera de la mina, de la cosmogonía de sus pobladores, de sus creencias y festividades, etc. Mención especial merecen el tratamiento de la luz en los brutales retratos en primer plano de los mineros o en las fotografías que testimonian el trabajo en la mina y la serie de retratos de mujeres, dotada de gran simbolismo gracias a la ubicación de sus cabezas, al igual que en el cuadro "La Virgen del Cerro Rico", en la cima del Cerro Rico de Potosí.
  • los textos de la antropóloga francesa Pascale Absi, que anteceden a la distintas series de fotografías y que ofrecen, en su conjunto, un acercamiento más que suficiente a la realidad de Potosí. Textos breves y didácticos que resumen la historia de la explotación minera desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad, pasando por la organización económica y social que rige en las minas y su problemática, el sincretismo de un mundo aéreo y subterráneo al mismo tiempo, etc.
  • los testimonios que acompañan a los retratos de hombres y mujeres. Del lado masculino, textos que hablan de la mina como adicción pese a una vida de sufrimiento, de pulmones agotados, de la remota posibilidad (siempre presente) de hallar una buena veta y hacerse rico, del alcohol y la hoja de coca como anestesiantes; del lado femenino, textos que hablan de vidas marcadas por el machismo y violencia, los golpes y los hijos, de la imposibilidad de salir, aunque también del proceso de toma de conciencia y de empoderamiento; de ambos lados, la pequeña esperanza depositada en las generaciones venideras.
  • el conjunto, textos e imágenes que impresionan, que remueven, que dejan poso.
La novela
Después del shock, en el buen sentido, que provoca la primera parte del libro, me parecía imposible que la parte ficcional alcanzara las cotas de la parte real. No me equivocaba. Y no es que la novela sea mala, ni mucho menos. Sirviéndose de una trama empapada de muerte y corrupción, entretiene e ilustra perfectamente el contraste entre las creencias tradicionales y las nuevas tecnologías, entre el "viejo" y el "nuevo" mundo y lo que estas contradicciones provocan en las comunidades andinas, pero no llega a estremecer como lo hace la parte ensayístico / testimonial. Y es que, desgraciadamente, la realidad supera a la ficción.

No quiero terminar la reseña sin hacer referencia la magnífica edición. Continente y contenido van de la mano en un volumen de peso más que considerable, gracias en gran medida a un papel de altísima calidad que sirve de perfecto soporte a unas imágenes y a unos textos que quedarán por mucho tiempo en la memoria de este reseñista. 


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